Desde inicios de 2020, la divisa ha ganado $673,09, en los últimos 12 meses ha ascendido $180,01 y en lo corrido del año $517,73
Iván Cajamarca
Volatilidad ha sido el leitmotiv durante las dos primeras semanas de agosto por cuenta del dólar, moneda que ha oscilado entre $3.876 y $4.007.
Las razones han sido la constante incertidumbre en los mercados por la expansión de la variante Delta y los planes para contrarrestar los efectos adversos que acarrearía para la economía, mientras se registran buenos datos mundiales de cara a la recuperación.
Sin embargo, se podría decir que el dólar ha estado por las nubes durante este año. Tan solo en los primeros 11 días de agosto, la divisa ha aumentado $82,35. Y las alzas se han mantenido mes a mes. En enero la divisa ganó $126,96; en febrero ascendió $64,93; en marzo, $112,52; en abril, $34,27; en mayo, $24,86; en junio, $41,39; y en julio, $119,38.
Desde inicios de 2020, cuando el virus empezó su propagación a nivel mundial, la divisa ha ganado $673,09 y durante los últimos 12 meses ha ascendido $180,01. Si se mira lo corrido de 2021, la moneda ha subido $517,73; durante el primer semestre aumentó $324,17 y en lo que va de la segunda mitad del año ha trepado $201,73.
El mes inició con ciertas preocupaciones entre las compañías tecnológicas por el anuncio sobre las restricciones del gobierno chino a empresas como Alibaba y Didi, a lo cual se sumaron las expectativas por el comportamiento de la economía estadounidense, una mayor aversión al riesgo ante la evolución de la pandemia y la latente posibilidad de regresar a normas restrictivas y de autocuidado. A medida que se fueron revelando las estadísticas de desempleo, solicitudes de subsidio y robustez de las nóminas de pago en EE.UU. para julio, la divisa se tornó estable, pero sobre los $3.900. Sin embargo, la expectativa por los resultados del Índice de Precios del Consumidor (IPC) del país norteamericano llevó a que el pasado martes el peso se convirtiera en la moneda emergente más devaluada en lo que va del año, llegando así a máximos de $4.007.
El dato de inflación aumentó 0,5% en julio y 5,4% respecto al año anterior. Excluyendo los componentes volátiles de alimentos y energía, el denominado IPC subyacente aumentó 0,3% respecto al mes anterior y 4,3% a partir de julio de 2020.
Para Alejandro Useche, profesor de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, “este dato envió un mensaje de mayor tranquilidad. Si el IPC en Estados Unidos hubiese sido más alto de lo que se esperaba, hubiese sido una señal de un aumento inminente de tasas en ese país, lo cual le pondría un freno al crecimiento actual de la economía local y mundial”.